Mentalidad del conquistador.

El amanecer de un nuevo protagonista.

El hombre español del siglo quince, es ese que se embarcó en una aventura sin igual, el que con una valentía desmesurada, que ya cualquiera de nosotros la quisiéramos, cruzó el atlántico, donde estuvo meses sin saber lo que le depararía el futuro, donde también existieron muchos mementos de flaqueza, de esos cuando la mente no puede más y la desesperación lo inundaba, al ver que el reloj avanzaba, pero la tierra anhelada no se avistaba. De este hombre trataremos aquí, de ese hombre lleno de ilusiones, que salió en búsqueda de un mejor pasar, del que tenía en la península, del que nunca imaginó que cambiaría el curso de la historia y a la misma vez lo haría trascender en esta disciplina, hablaremos del hombre que descubrió América.

El primer viaje a América fue planeado e ideado por Colón, este personaje fue el precursor de tan macabro evento. Colón es la génesis de nuestro continente, tal como lo plantea Todorov, todo somos descendientes directos de Colón, con él comienza nuestra genealogía. Pero el hallazgo de este continente, que fue parte del azar, si tuvo sus motivaciones pertinentes, como cualquier hecho en la vida, donde el anteriormente destacado Colón fue el motor y gestor de que esto sucediera, pero sus intenciones claramente no eran de ir en la búsqueda de nuevos e inhóspitos  territorios.

Pero una vez ya instalada la idea de que no habían llegado a las Indias, sino que se encontraban en un continente nuevo, todo pasará de un extremo a otro; nace de esta manera un nuevo personaje, que cambiará sin duda el rumbo de todo lo antecedido, el del conquistador, el cual es una especie de  héroe para aquella época. El conquistador es un protagonista lleno de características dignas de analizar, con una mente trabajando en todo momento, es un verdadero estratega, pero a la misma vez es un sujeto que tiene que rendir constantes cuentas a sus superiores de sus actuares. Este es un hombre que posee una mezcla de diferentes condimentos, su contexto histórico en el cual está inserto, que ejerce de una manera preponderante en su proceder en las nuevas tierras, del cual posee tanto aspectos medievales, como del insipiente renacimiento que está surgiendo en Europa, del primero podemos enfatizar que posee un providencialismo sumamente marcado, donde la cruz y la espada era su más destacado lema, otro tópico muy heredado de la edad media es uno que hicimos referencia antecedentemente, el que consistía en estar a merced de la corona, el de encontrar en los indígenas americanos más súbditos para aquella institución. Pero la otra cara de la moneda muestra una renacimiento que crece a pasos agigantados, el cual deja rasgos en este conquistador, tales como el afán de obtener riquezas y de dejar registro de sus procedimientos en estas tierras, donde se sentían amos y dueños, superiores frente a aquellos indígenas, era el de un hombre consiente de que estaba haciendo historia, de que si sus hazañas si eran relevantes serían recordadas y a la misma vez existirían recompensas con una gran gama de beneficios para él y su familia y sus posteriores descendientes.

De las descripciones de este protagonista del encuentro de estos dos mundos, deja  establecidas situaciones claras y sobresalientes, que no se quedarán solo aquí, si no que seguirán jugando y realizando un sinfín de acontecimientos, que marcaran a este continente, dejando grandes legados y consecuencias de estas, como lo es el mestizaje, del que todos los americanos somos hijos, porque de ese pasado, que muchas veces lo vemos primitivo y muy lejano, pero está presente en nuestro actuar, en nuestras costumbres, porque como destaca Krebs, el hombre es lo que es por su pasado.  

Tzventan, Todorov, "La conquista de América: la cuestión del otro" disponible en http://es.scribd.com/doc/18013475/todorov-tzvetan-la-conquista-de-america-el-problema-del-otro-1982.

Diarios de Cristobal Colón

Adela López Pego, Anverso y reverso del conquistador español.